Mick Bridgen, un tour manager que trabajó con artistas de la talla de The Rolling Stones, Bob Dylan y Van Morrison, falleció el pasado 5 de septiembre después de sufrir un accidente doméstico -enterrando a su abuelo- en Santa Rosa, California. Tenía 73 años. (vía NBC News)
La mujer de Bridgen, Julia Dreyen Bridgen, le dijo a Santa Rosa Press Democrat que su marido falleció mientras cavaba la tumba de su recién fallecido perro cuando el accidente tuvo lugar.
A lo largo de su carrera, que duró más de 50 años, Bridgen trabajó como manager y road manager para bandas como Humble Pie, Peter Frampton, Taj Mahal, Morrison y Carlos Santana. También dirigió giras de bandas como Dylan o los Stones, pero, en las últimas tres décadas, su trabajo más destacado fue con el legendario guitarrista Joe Satriani.
Nacido en 1947 en Southend-On-Sea, Inglaterra, Bridgen se mudó a Toronto a los 19 años para intentar dedicarse a las artes gráficas. A finales de los ’60, conoció a Feliz Pappalardi, de Mountain y, posteriormente, se convirtió en su road manager. Pronto conocería a Bill Graham y comenzó a trabjar para el legendario promotor de eventos de rock, para acabar dirigiendo la división de management de Bill Graham Presents junto a Arnie Pustilink.
Juntos, a finales de los ’70, Brigden y Pustilnik lanzaron el sello Wolfgang Records, firmando a Eddie Money como su primer artista.
Cuando Graham murió en 1991, Brigden y Pustilnik hicieron equipo con otros 13 miembros de BGP para comprar el 90% de la compañía, dejando el 10% restante a los dos hijos de Graham. A principios de los 2000, vendieron el negocio y Bridgen fundó MJJ Management, con Satriani como único cliente.
“Han sido 33 años locos y maravillosos de rock and roll”, dijo Satriani sobre la muerte de Bridgen. “Nunca había trabajado, tocando, reíno y llorado tan intensamente, hecho tanta música y vivido tantas aventuras, todo con Mick a mi lado”.
“Fue el profesor de industria musical definitivo. Honesto, duro, cuidador, trabajador, respetuoso, tenaz, perspicaz, lo era todo y más. Aprendí mucho sobre cómo ser una buena persona con Mick. A lo largo de su ilustre carrera, trabajó con los más grandes y los mejores, pero siempre supe que era importante ser bueno, ser respetuoso, ser guay y hacer las cosas de forma correcta”.
A Bridgen le sobreviven su mujer Julia, su hijo Jack, su hijastra Jessica y su nieto David Merz.